Calzado de uso profesional, mucho más que calzado de seguridad
enero 11, 2016Recomendaciones para uso de máscaras de protección respiratoria
El principal objetivo de las máscaras de protección respiratoria es impedir la inhalación de contaminantes externos para evitar daño a la salud del usuario, garantizando que la persona disponga de aire de calidad respirable”, explica David Escanilla, jefe de la Sección Elementos de Protección Personal del Instituto de Salud Pública.
Trabajar en procesos de biolixiviación en la minería, en la producción de químicos y pinturas o en distintas labores de construcción, conllevan la exposición a gases y partículas dañinas para la salud, riesgo que se minimiza o elimina gracias al uso de máscaras de protección respiratoria.
Estos elementos de protección al trabajador constituyen la última barrera entre la persona y los agentes químicos que pueden ingresar por vía respiratoria y se usan en conjunto con otras medidas de control, por ejemplo, en la fuente de la exposición o mejorando los procedimientos para minimizar riesgos.
“El principal objetivo de las máscaras de protección respiratoria es impedir la inhalación de contaminantes externos para evitar daño a la salud del usuario, garantizando que la persona disponga de aire de calidad respirable”, explica David Escanilla, jefe de la Sección Elementos de Protección Personal del Instituto de Salud Pública.
Añade que los contaminantes pueden corresponder a material particulado, polvos o aerosoles, nieblas o humos generados durante la combustión de algún compuesto. Asimismo, los contaminantes pueden ser gases o vapores (CO, H2S, CO2, N2, formaldehído, xileno, tolueno), o agentes biológicos como bacterias, virus y hongos.
Para que estos elementos cumplan su misión en forma efectiva, “es muy importante el ajuste de la pieza facial al rostro del trabajador”, advierte Escanilla, independientemente del tipo de equipo que se use, aquellos que filtran aire o aquellos que lo suministran.
Agrega que el ajuste de un equipo de protección respiratoria depende de variables como la capacitación en su uso correcto; los movimientos, gesticulaciones y posturas del usuario mientras realiza las actividades; presencia de vellosidades en el rostro del usuario o por la talla del respirador en relación con el tamaño del rostro de la persona, entre otros.
Por este motivo, el Instituto de Salud Pública insiste en las principales recomendaciones para su correcto uso:
- Verificar que la máscara se adapte perfectamente al rostro del usuario, de modo de impedir la entrada de contaminantes. Para ello se deben realizar los chequeos rutinarios y las evaluaciones objetivas de ajuste del equipo.
- El usuario debe estar afeitado, ya que los vellos forman intersticios entre la máscara y la piel, lo que dificulta un buen ajuste y permite la entrada de aire contaminado a las vías respiratorias del usuario.
- El usuario debe usar una máscara de tamaño adecuado a su rostro, ya que existen en tallas S, M y L.
- Se debe realizar una mantención y limpieza de la máscara en forma periódica, tanto para evitar la contaminación externa como para prolongar la vida útil del equipo.
- Cuando se trata de un equipo que filtra aire, se debe tener la precaución de que el filtro sea adecuado a la naturaleza del contaminante (filtro para partículas, filtros específicos para gases y vapores o filtros mixtos).
- Si no existe suficiente oxígeno en el aire, se debe recurrir a equipos que lo provean.
Las máscaras de protección respiratoria son elementos de protección personal y no deben ser confundidas con dispositivos médicos, los cuales están diseñados para evitar la contaminación de un producto o de un paciente con potenciales contaminantes contenidos en el aire que exhala el trabajador.
Se han incorporado varios equipos de protección respiratoria al Registro de Fabricantes e Importadores de EPP del Instituto de Salud Pública. Los folletos informativos de estos elementos deben ser leídos y comprendidos para obtener la mayor eficacia de protección posible. Para lograr la eficacia protectora deseada, esta tecnología debe ser certificada, correctamente seleccionada y bien utilizada durante todo el período de exposición durante la jornada laboral.